Luna Llena en Piscis y Equinoccio, 20/21 y 22 de Septiembre de 2021

Luna Llena en Piscis y Equinoccio, 20/21 y 22 de Septiembre de 2021

LUNA LLENA Y EQUINOCCIO

Nos esperan unos días muy interesantes bajo los efectos de este equinoccio y cambio de estación que coincide con la luna llena. En el hemisferio norte entramos en el otoño, un tiempo de cosecha y de recogida de frutos mientras que en el hemisferio sur entramos en primavera, un tiempo de siembra y de comienzos. El eje es el de Aries -Libra como las dos energías cardinales que inician una nueva estación. 

INESTABILIDAD FINANCIERA Y
VERDADES QUE SIGUEN SALIENDO A LA LUZ

De camino al último tramo del año, la cuadratura Urano-Saturno se intensifica y sigue entrando en contacto con diferentes energías que van activando diferentes escenarios. Esta luna llena podría culminar, a nivel colectivo, alguna caída importante en el mercado, a nivel financiero. En el equinoccio esto se mantiene y se intensifica con la salida a la luz de verdades y noticias hasta ahora ocultas. Así nos presentamos ante posibles escándalos mediáticos y desequilibrios financieros. La Tierra y el suelo bajo nuestros pies se mueve, no sólo a nivel físico sino también a nivel simbólico.

LUNA LLENA EN PISICIS
 MAGIA Y SENSIBILIDAD

A nivel personal la luna llena viene algo caótica, despistada y confusa, como antesala a un Mercurio que se ralentiza para entrar en su fase retrógrada en pocos días. Es por ello que debemos poner toda la atención posible en los acuerdos, contratos y decisiones que tomemos. Si no somos capaces de ver con claridad lo que tenemos delante mejor nos dejamos navegar hasta el siguiente puerto. Ante la niebla y bajo la tormenta nada se puede ver con claridad. Podríamos incluso idealizar o distorsionar la realidad. Es recomendable evitar los malos entendidos y protegernos de cierta hipersensibilidad. Serán importantes los sueños y los mensajes que nos lleguen del interior ya que estos son días para soñar y proyectar a futuro nuevos ideales, nuevos deseos. Es el momento de generar nuevos “quieros” desde lo intuitivo, desde el yo interior, desde el alma. El elemento agua está muy presente en esta luna llena y si lo sabemos aprovechar podría ser fuente de conexiones mágicas.

A caballo entre la luna llena y el equinoccio podría emerger de tus profundidades la culminación de algún proceso personal iniciado en la luna nueva de este mes o incluso en la luna llena de marzo. Este es el momento para soltar, para dejar marchar, para liberar cualquier resto de ira, de rabia o de emoción no expresada hasta este momento. Debería de ser todo muy intuitivo ya que cualquier proceso racional no tendría sentido bajo la niebla en la que estaremos navegando. Todo ello podría tener una influencia especial en nuestras relaciones, además de en nuestra economía personal. Podría formar parte del ciclo no forzar más de lo que podemos hacer, quizás tan sólo dejarnos sentir.  

EQUINOCCIO
EL PORTAL A UNA NUEVA ESTACION

De lleno en el día 22, el día del equinoccio, la palabra, la comunicación, el intercambio cobran mayor importancia. Los elementos están revueltos, el viento, el mar y la tierra tratan de encajarse, la fuerza subterránea busca una salida y estamos por encontrarnos en una nueva forma de ser, de sentir y de actuar. En plena transformación del poder tanto colectivo como personal, Vesta, la diosa del fuego eterno nos invita a entrar al centro del hogar, a nuestro interior, donde nada se mueve, donde todo permanece. Ella nos invita a no salir a la lucha, a seguir construyendo raíz y presencia, a permanecer en el cuerpo. Es una energía propicia para conectar con lo que hemos logrado en lo que va de año, para corregir la dirección y agarrar fuerte el timón. Para ello nos podría ayudar poner orden en lo que sentimos, aplicar nuestra sabiduría en el día a día, conectar desde un amor maduro y aceptar lo que vemos como parte de nuestra realidad. A nivel interno tenemos una estructura y un poder personal construidos a base de experiencia que nos sostiene. Puede que nos sintamos abatidas, pesimistas o con alguna preocupación intensa pero podríamos contar, en el último momento con la buena fortuna para que nos eleve más allá de nuestra propia esperanza. De la sensibilidad y de la creatividad de la luna llena podría nacer un nuevo avance espiritual de la conexión con nuestros corazones.

RITUAL
DE LUNA LLENA Y EQUINOCCIO

La propuesta para este mes es muy sencilla: construir un altar y meditar delante de él. El altar deberá estar construido con deseos por sembrar para quienes entran en la primavera y con deseos cosechados para quienes entramos en el otoño, deseos que ya están en camino. Si puedes, recoge elementos de la naturaleza para construir el altar. La propuesta es realizar ante él una meditación, basta con cerrar los ojos y respirar. Medita en la respiración, medita en el silencio y trata de conectar con algún mensaje o sentimiento profundo. Al finalizar, escribe todo lo que hayas visto, sentido u oído y pósalo en el altar. Lo dejarás ahí durante toda la estación y a la luz de las velas desde hoy hasta el final del día 22. Si estás en el hemisferio norte, entrando en el otoño, todo lo que has logrado hasta este momento del año aún necesita mimo, cuidado y reconocimiento ya que aún podría dar más frutos en lo que queda de la estación de la cosecha. En este ritual podrías conectar con alguna idea o sensación que te de un impulso vital en tu crecimiento personal.

FIRMES AL TIMÓN

Nos toca seguir firmes al timón, vigilar nuestros pensamientos, elevar nuestras aspiraciones y empatizar con el entorno, incluida la Madre Tierra. Mi consejo es cuidar al máximo con qué canales conectas en estos días, estaremos especialmente sensibles y debemos evitar la toxicidad energética todo lo que podamos. Si lo hacemos podríamos llegar a canalizar verdades internas muy profundas y realmente liberadoras. Aún así este otoño se presenta tan removido como creativo.

Equinoccio Otoño-Primavera, 22 de Septiembre de 2020

Equinoccio Otoño-Primavera, 22 de Septiembre de 2020

Ha llegado el equinoccio de otoño en el hemisferio norte y de primavera en el hemisferio sur con la mitad de los planetas retrógrados. Llegamos hasta aquí habiendo vivido los dos tercios de este año 2020 con pruebas personales que han supuesto grandes envites a modificar estructuras de diversa índole en nuestra psicología personal. El equinoccio nos recibe y nos invita a adentrarnos en la dualidad simbólica del “siembra y cosecharás” de la primavera y el  otoño, para que evaluemos nuestros resultados y proyectemos nuestros nuevos deseos. 

Además de la Gran Conjunción que sigue condicionando nuestro mapa astrológico, hay cuatro aspectos en el cielo que podrían ser vitales en este inicio de nueva estación. Júpiter es un gran protagonista en este punto de la trama, junto a los Nodos, Venus y Marte. Nos movemos en un terreno de potencial de abundancia práctica, ambición enfocada, el logro tras el esfuerzo y la conquista callada pero constante. Estamos en un momento de mucha actividad y mucho movimiento. Les podemos preguntar a los profesores de los colegios que acaban de iniciar el curso escolar en medio de una pandemia. El impulso, el coraje y la iniciativa son parte de los ingredientes, tanto si es para planificar nuestra siembra en el hemisferio sur como si es para recolectar aquello que hemos cuidado con tanto esfuerzo durante todos estos meses en el hemisferio norte.

Hay un reclamo para expresar lo que está contenido a nivel emocional para que pueda concretarse en algo material y tangible, en algo productivo. A nivel colectivo podemos llegar a materializar aquello que nos acerque un poco más al futuro que anhelamos en todos los aspectos que tengan que ver con la cultura y el dinero, con lo que nos gusta y nos da placer, con lo que nos hace sentir atractivos y bellos. El aspecto económico podría pasar a primer plano a medida que el coronavirus pasa a formar parte de una normalidad menos amenazante.

Por último, el Equinoccio nos invita a reflexionar sobre el uso que hacemos de nuestra fuerza vital. No sólo cómo usamos nuestra energía sino hacia dónde la dirigimos. El bloqueo de energía al que ya nos enfrentamos en el confinamiento por la pandemia fue una muestra muy interesante de cómo reaccionamos cuando la energía se limita. Ahí tuvimos la oportunidad de aprender a redirigirla de manera creativa para no introvertirla en sentido destructivo.

El cielo envuelve en estos días, como en un sobre, todo tipo de noticias, de comunicados, de mensajes para que encuentres la inspiración y la motivación de seguir hacia adelante, para que conectes con todos esos recursos que has descubierto en tu despensa en la intensidad de los momentos más duros, para que negocies y llegues a acuerdos sobre todo lo que inicias con el otro y hace que con la suma de los demás llegues más lejos. Ahora es un gran momento en el que aquello que necesitas puede abrazarse con lo que de verdad quieres, y puedes encontrar el mejor camino para lograrlo. La chispa saltó, la llama está prendida. Es el momento de mantener el fuego acogedor de tu interior.

El 22 de septiembre se celebra en el mundo celta Mabon para honrar el cambio de estación y los regalos de la tierra. Es la segunda fiesta de la cosecha. En el hemisferio norte los campos están ya casi vacíos tras la recolecta. La luz cederá su lugar a la oscuridad, el frío se acerca y la tierra se prepara para dormir. En cualquier caso, estés donde estés, el día 22 es un día de celebración, de agradecimiento y de bendición. En este día podemos realizar algún tipo de ritual de agradecimiento, de preparación y de entrega a esta nueva fase del año en la que aún queda tiempo para culminar proyectos y propuestas. Elige la mejor manera de conectar con la tierra, ya que ella es quien se encarga de acoger la nueva semilla, de cuidarla, nutrirla y sostenerla hasta llegar al fruto final. Tú acompañas este proceso y para ti podría ser una oportunidad de reorientación y de sanación.

“Hoy la noche y el día se encuentran para convenir,
saben que hoy uno de los dos ha de partir.
No hay tiempo que perder. No es un día para discutir.
Hoy el día y la noche se juntan para repartir,
saben que nada es eterno, que todo es devenir.
No es tiempo de anteponer. No es un día para balbucir.”
Hoy la noche y el día se abrazan para despedir,
saben que hoy los dos han de cumplir.
Sólo hay tiempo de agradecer. Hoy es un día para sentir.”
Itziar Azkona

 

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