Estamos en fase de luna llena, tan sólo 4 días después del Solsticio. Esto quiere decir que ésta es la primera luna de la nueva estación, una estación que tendrá, por lo tanto, cuatro lunas llenas. Es además la última super luna del año. En el hemisferio norte se conoce como la luna de las flores, la luna rosa y la luna de fresa.

En términos de sus aspectos astrológicos es una de las lunas llenas más amables de todo el año, impregnada de cierta afabilidad, optimismo y positividad. Como siempre será una luna llena para que algo culmine, bien porque lo logramos o porque lo finiquitamos, así que atentas a todas los sueños, señales y comunicados de este día.

Con la Luna llena también ha llegado el final del tránsito retrógrado de Mercurio que durante tres semanas nos ha querido invitar a lugares sagrados internos de reflexión y conexión. La resaca de tanta intensidad emocional y letargo aún continúan pero se va suavizando poco a poco. Es probable que, en breve, la entrada de Venus en Leo para acompañar a Marte ya en Leo nos lleve a un espacio más alegre, divertido y creativo.

Este es también un momento sincrónico para enfrentar alguna verdad, o bien de tipo financiero o sobre alguna relación. Esta luna nos invita a dar un paso hacia relaciones más maduras, donde el espejo en el que me mire sea más claro y nítido, más equilibrado y positivo. La fuerza de estos días son para empezar de nuevo, para dar el siguiente paso hacia adelante o incluso para ver algo viejo desde una perspectiva muy diferente, desde otro lado, desde la visión de haber sido puesta boca abajo. Un pequeño giro en la mirada puede ser, con esta luna, altamente gratificante en términos de libertad, autenticidad.

Esta luna llena en el eje del árbol, desde la raíz hasta el fruto, nos habla de encontrar y registrar apoyos, anclas, estructura, raíces en algún punto. Bien sea un punto físico, emocional o psicológico. Desde el ancla podríamos llegar a estirarnos e impulsarnos hacia ese adelante que buscamos y seguimos anhelando en este proceso que continúa. En este día-noche que avanzamos irremisiblemente al cambio de roles entre la luz y la oscuridad sigue por emerger lo nuevo, el comienzo, el empezar de nuevo. Pholus y Antares acompañan a esta luna llena. En lo colectivo lo viejo puede revolverse y generar violencia y conflicto, podríamos incluso asistir a caídas de dioses del Olimpo, pero serán, sin duda, los pequeños pasos los que marquen la senda del futuro.

RITUAL DE LUNA LLENA: esta luna llena es propicia para re-ordenar, re-organizar nuestras metas y objetivos planteados a principios de año de camino a la segunda mitad del ciclo solar. El Solsticio fue, el día retrocede frente a la noche. Conéctate para conversar contigo misma y reparar en aquello que creías ambicionabas y ahora mismo ya no tiene lugar en tu camino. Quizás porque no llegas, porque ambicionaste demasiado o porque sencillamente ya no tiene el mismo sentido. Si creaste tu pizarra de los sueños en enero ahora puedes repasarla y pulirla. Si no la hiciste entonces, esta luna llena es un buen momento para dibujarla. Aún queda mucho camino por delante para materializar lo que llevas contenido en tu interior. Coge papel en blanco y lápices de colores. Dibuja como si fueras una niña. Son tus sueños. Ponle todo el entusiasmo y el color. Enfócate de nuevo en tu propósito. Eso sí, suelta y quema lo que sabes que ya no será. 

En esta luna llena un pequeño paso, un primer paso, algo discreto podría suponer la apertura de una gran ventana a lo radicalmente nuevo y diferente. Esta luna llena ha venido a destapar algo nuevo, ¿qué estás dispuesta a sacrificar, a dejar marchar, a soltar?. Mira tus heridas, tus cicatrices, las de todos y todas, ellas nos hablan de la nueva dirección a tomar para dejar eso atrás. La culpa y el remordimiento no sirven de nada, nos estancan. Quizás por eso en los lugares donde se celebra la noche de San Juan hay tanta hoguera para quemar. El fuego libera y purifica.

 

¿Cómo puedo ayudarte?