Ya hemos llegado, ya estamos aquí, en el cambio de estación. Desde el 20 de Marzo a las 9:26 GMT llega la primavera al hemisferio norte y el otoño al hemisferio sur. Con la entrada del Sol en Aries también llega el comienzo del año astrológico y el inicio de las energías que se desplegarán hasta la primavera siguiente y sobre todo con las energías que nos acompañarán hasta el Solsticio de Junio. Los eventos principales hasta entonces rondan entorno a tres ideas: todos los planetas están directos destilando una energía de impulso y creación; estamos bajo los influjos de la cuadratura menguante Saturno-Urano* que pide ajustes para una mejor integración de lo viejo con lo nuevo; y todos los planetas están contenidos entre los dos Nodos en lo que en Astrología Védica se llama el «Kal Sarpa Yoga».
*NOTA: en mi artículo anterior compartí que la cuadratura Saturno-Urano que tuvo lugar el 17 de febrero se repetiría exacta en septiembre y octubre. Como me puntualizó una lectora, esto no es correcto. Las dos próximas cuadraturas entre los dos Titanes serán exactas el 15 de Junio y el 24 de Diciembre cuando, previsiblemente, se resolverá la tensión que generen a lo largo de todo el año. Gracias por estar ahí, por leerme y compartir. Soy mejor con vosotras.
Si en algún momento has conectado con la idea de que el mapa no es lo mismo que el territorio, este es un buen momento para experimentarlo. Nos encontramos cada vez más lejos del territorio que conocíamos, aquel que empezó a desdibujarse en 2012, con nuestro mapa de antes de 2020, cada vez más desactualizado. En un momento pensamos que esto sería temporal, ya sabemos que nunca lo fue. Al desconcierto del paisaje se ha unido gran cantidad de energía de Piscis tras la Luna Llena de Febrero para despistarnos, desubicarnos y sumergirnos de nuevo en el caos.
Todos los planetas están directos, sus energías se mueven hacia el exterior y presentan un paisaje bien diferente al que presentarán a finales de año cuando hasta 7 planetas estarán retrógrados y ralentizarán lo que ahora mismo no parece tener freno. Dicho esto, seguimos en la creación de una nueva realidad, bajo unos planetas que muestran una gran intensidad. Las sensaciones son de cansancio ante el flujo de gran cantidad de información, movimientos y cambios, a veces, más allá de lo que humanamente es posible sostener. A esto se une la polarización ya anunciada, entre lo viejo y lo nuevo, entre lo conservador y lo progresista, entre el cuidado o el saqueo del planeta, entre lo que limita y lo que inspira, entre la seguridad y la libertad, entre lo formal y lo insólito. No sólo eres tú, tu cansancio o tu no parar. En política también se siente este pulso y el destilar de la lucha de poder a partir de los extremos. Podría ser que todo el simbolismo del momento esté representado en la frase en la que Joe Biden afirmaba recientemente que “Putin es un asesino».
A partir de aquí lo podemos llevar cada una a nuestra política local. El tema sigue girando entorno a cómo se practica la conquista del poder, la gestión de los recursos planetarios y las consecuencias económicas de una Pandemia aún por salir a la luz. En el centro del debate están la educación y los medios de comunicación. Frente a una educación y unos medios de comunicación oficiales la creación de nuevos escenarios para enseñar lo que queremos aprender y contar la verdad que queremos descubrir. De telón de fondo las sombras del poder, del dinero y de los gobiernos más tradicionales como las monarquías que están muy expuestas. El riesgo de lo que pueda pasar se intensificará en cuanto Marte, el planeta del conflicto, se encuentre con los dos Titanes y remueva, de golpe, los cimientos de la Tierra. Siempre pasa, incluso cuando creemos que no pasa, como cuando cayó el muro de Berlín y Rusia y Yugoslavia se desintegraron. Corrían los años 80 del siglo XX y estábamos bajo la cuadratura creciente de Saturno-Urano. Somos vulnerables ante lo imprevisible cuando se manifiesta.
A nivel personal nos podríamos encontrar ante importantes pruebas de fuerza, valor y resistencia. Si aún queda algún residuo de miedo a luchar, de miedo a crecer o madurar la batalla interna podría intensificarse hasta extremos tóxicos. Si sostenemos la capacidad de resistir, entonces reforzaremos un grado más nuestra capacidad de crecer, de lograr y de crearnos una identidad mejor estructurada. El propósito de la destilación es que mantengamos la máxima consciencia, con el menor número de despistes, con la mirada larga puesta en qué queremos y seguimos enfocándonos hacia nuestros sueños. El potencial de crecimiento emocional sigue siendo elevado y necesario para seguir contribuyendo a la creación de lo nuevo, para seguir hacia lo que nos hemos propuesto.
Ahora mismo todos los planetas se encuentran en lo que se llama Kal Sarpa Yoga, esto es, todos los planetas están encerrados y contenidos entre los dos Nodos Lunares. Hoy, en el equinoccio la Luna se escapa y sella junto al Nodo Norte lo que simbólicamente podríamos dibujar como una alquitara o alambique en la que todas las energías, personales, sociales y colectivas, se están destilando. Hoy, a partir del Equinoccio, algunos de estos planetas irán saliendo de uno a uno. El 27 de marzo Marte será el primero en liberarse, después, en Mayor, Mercurio y Venus, hasta la salida del Sol el 2 de Junio de los brazos de los Nodos. Para el Solsticio toda la energía que se encuentra ahora mismo contenida dentro del alambique irá destilando los efluvios del colectivo en una unión de todos en un mismo proceso de evolución.
Un alambique destila líquidos mediante un proceso de evaporación por calentamiento y posterior condensación por enfriamiento, un simbolismo que parece ajustarse a la perfección al momento que estamos viviendo. La carta del Equinoccio nos da una idea de qué sabor y color tendrá la poción mágica que estamos preparando entre todos. El resultado final no es muy previsible. O bien se ha dado un proceso alquímico que eleva las vibraciones energéticas de cada elemento o bien la salida va con efecto rebote con la fuerza con la que fue limitado. Si la sensación dentro de la alquitara es de contención el resultado podría ser alquímico. Si por el contrario la sensación ha sido de encierro y represión la salida podría tener un efecto rebote.
Las posiciones planetarias nos recomiendan no ponernos a la defensiva, honrar nuestra sensibilidad y mejorar en todo lo posible la gestión del enfado y del conflicto. Cualquier ritual de este cambio de estación debería ir orientado a honrar lo femenino ya que la Luna y todos sus aspectos es uno de los elementos destacados de la carta de la entrada del Sol en Aries. Conectemos con la intención de honrar la fuerza de lo femenino, la fuerza de la resistencia pasiva positiva, orientada a reconectarnos con nuestro lado más espiritual y de luz ya que las sombras acechan y las responsabilidades densifican. Es por ello que en esta ocasión propongo un ritual de primavera que sea una Oración. Vístete como una diosa, de blanco si puede ser y busca un lugar en el que poderte arrodillar ante un pequeño altar con velas, piedras o amuletos personales. Ya sea desde el rincón sagrado de tu hogar, en plena naturaleza o simplemente a nivel mental, préstate a recitar la siguiente plegaria:
Me presento hoy aquí para liberar mi poder personal
para lo que pido liberarme de patrones antepasados
de fuerzas que me restan y energías que me retienen.
Me presento hoy aquí para honrar mi poder personal
para lo que pido llenarme de paz y serenidad
de fuerzas que me sumen y energías que me eleven.
Me presento hoy aquí para reconocer mi poder personal
para lo que pido reconectarme con mi intuición
con la fuerza vital y la fuente original
Que así sea. Asi es.