Ya estamos en la luna llena de noviembre, la doceava y penúltima luna del año. Con ella tendremos un eclipse que será el cuarto y último eclipse penumbral de luna de 2020. Durará unas 4 horas y se podrá ver allí donde sea de noche: América del sur y Australia… en Europa ya será de día. En 2020, como ocurre cada pocos años hemos tenido 6 eclipses en vez de 4 lo que añade otro factor de intensidad para este año ya tan amigo nuestro. Hasta 2029 no volveremos a tener 6 eclipses. Pero lo más interesante de este eclipse lunar es, sin duda, el hecho de que estará en el eje géminis-sagitario tras ocho años de ubicarse en otros signos, en concreto desde el 28 de noviembre de 2012 cuando el eclipse lunar tuvo lugar a 06º de géminis. Este año el eclipse tendrá lugar a 08º de géminis, en esta posición entra en contacto con las estrellas fijas Aldebarán y Antares asociadas en la antigüedad a conflictos y eventos violentos. Esto dará un toque extra de intensidad y de inestabilidad a las energías de estos días.
Como ya he comentado en otras ocasiones, en luna llena algo llega a su conclusión, culmina o se termina. Con un eclipse este efecto se magnifica y está relacionado con lo que se inició hace 6 meses, con el eclipse solar anterior y podría tener algún color o alguna nota similar a la melodía de 2012. También es un momento en que las señales, las sincronicidades y los sueños incrementan su simbología y su potencial revelador. Si tienes un diario personal o de sueños, te recomiendo que revises el mes de Junio, incluso finales de 2012 para ver cuáles eran los temas que estaban más activos.
A nivel simbólico, este eclipse de luna llena viene discretamente profundo e intenso con la intención de ahondar en heridas del pasado, bien para exponerlas a la luz, bien para resolver de manera definitiva la huella que dejaron. Pero que esta luna venga discreta no quiere decir que venga estática, todo lo contrario. En el signo de géminis donde se encontrará la luna, medio eclipsada por la tierra, alumbrada a medias por un Sol en Sagitario, la dualidad es inevitable y podrían darse sorpresas a nivel financiero, la emergencia de noticias desestabilizadoras o incluso síntomas de falta de dirección y de visión de futuro en algún aspecto sociopolítico. Lo que por un lado podría llevarnos a una mayor calma y sosiego, por otro trata de seguir desestabilizando.
En estos días es importante que pongamos todos los sentidos, necesitamos plena atención, un máximo de consciencia, sobre todo a la hora de comunicarnos con los demás. Todo lo que sea potenciar la capacidad de expresarnos desde nuestras necesidades y de manera consciente podría resultar altamente gratificante. Es un momento muy positivo en el que el optimismo es moderado y para algo práctico. Los logros están más orientados para quienes cooperamos y colaboramos como si ahora mismo la unión implicara una fuerza mayor. En ello estamos, ya que con motivo de la Pandemia, pocas veces tantas personas juntas estamos haciendo un esfuerzo colectivo tan al unísono. En el compromiso de cada uno está el éxito de todos y esto podría terminar de concretarse en estos días. A nivel político y financiero las alianzas que defiendan un win to win tienen ventaja frente a las que sólo pretender perpetuar el poder. En Alemania, por ejemplo la pandemia ha parado la inmigración y esto ha eliminado el principal argumento de la extrema derecha que ha perdido casi un 10% de apoyo de la población.
Es posible que el enfrentamiento de fuerzas contrarias se haga más visible. Es momento en que todo aquello que ha pasado por la purga necesaria comience a sobrevivir, regenerado y con mucha más fuerza y potencial. En aquello que has logrado con tu propio esfuerzo es en lo que ahora te puedes sentir más empoderada, fuerte y con energía suficiente para culminar el año. Si has aplicado disciplina, orden y determinación el éxito de este año te expandirá y te elevará más allá de lo que imaginabas. Por el contrario, en aquello que te sientas insegura y perdida la caída continua. Aún estamos bajo la influencia de la gran conjunción de 2020, aún debemos mantener la mirada firme en el aquí y el ahora. Aunque los deseos de escapar y de evadirnos sean grandes el cierre de compuertas se mantiene.
Lo mismo que a la máquina del sistema capitalista Black Friday le nació la contraparte solidaria y colectiva del Fair Saturday en tus manos está compensar desde tu iniciativa, desde quien eres y lo que necesitas, desde tu poder creador, el equilibrio necesario de luz. Ahora toca empezar a construir sobre las ruinas de los restos del desastre. Aquello que ha quedado en pie y al descubierto es el verdadero pilar de lo nuevo que está por venir. Lo que no te gusta está ahí, existe y no va a desaparecer. El mundo no va a convertirse en el paraíso deseado de un día para otro. Se acabaría nuestro trabajo. Estamos en un proceso de mejora constante y progresiva. ¿Qué puedes aportar tú ahora mismo, ahí, justo desde donde estas? Eso es lo que cuenta. Mas que nada.
Desde lo astrológico esta luna viene ligada a una extraña alianza de opuestos, el Sol, Venus y Urano combinando entre los cuatro todos los elementos de fuego (Sol en Sagitario), agua (Venus en Escorpio), tierra (Urano en Tauro) y aire (Luna en Géminis). En esta combinación quien ostenta el poder o está en posición de autoridad podría no tener claras las necesidades concretas del día a día de los que están en la calle, del ciudadano medio, tan centrados están en lo macro. Porque… ¿qué es de los músicos de calle, de los que se sacaban un dinero con los freetours o de las vendedoras ambulantes? Hay tantas realidades micro eclipsadas por la Pandemia que la lista sería interminable. Entre tanto hay una necesidad incontrolable de renacer de las cenizas con una fuerza que podría desafiar lo establecido y la falsa seguridad. La energía de estos días es favorable para llegar a valorar la propia autoridad combinando soluciones concretas con no dejar de soñar, con enfocarnos en aquello que queremos lograr con mayor libertad de acción, sin depender de otros, sin obedecer de manera indiscriminada, pero tampoco rebelándonos por el simple hecho de ir contracorriente.
Con el bienestar resquebrajado y la cultura enterrada podríamos sentir que no tenemos nada que perder y eso puede llevar a grandes locuras o a grandes genialidades. Todo depende del foco y la actitud. Cuando rompemos con el pasado, cuando liberamos algo viejo y caduco, sentimos la adrenalina y la emoción del momento que estamos viviendo pero puede dejar cierto vacío y sensación de inestabilidad y de incertidumbre hasta que nuevos pasos vayan concretando lo que está por llegar. Es vital cuidar, nutrir y abrazar nuestra vulnerabilidad. El 2020 quedará marcado como el año que puso a prueba infinita nuestra paciencia. Pues bien, en estos momentos de cansancio emocional, de peso psicológico de todo el esfuerzo del año y de tanto duelo, la necesidad de prudencia, paciencia y determinación se incrementan.
RITUAL DE LUNA LLENA: escoge un momento a solas, enciende una vela y un incienso y escribe desde estas tres dimensiones diferentes: quien eres, qué necesitas y qué es lo que quieres. Recuerda, son tres aspectos diferenciados con lo que es importante que al escribir respetes la diferencia. Coge papel y boli y deja que tu alma se exprese. Guárdalo. Si durante los 5 días alrededor del eclipse, dos días antes y dos días después sientes ansiedad te recomiendo la práctica del Pranayama. Haz al menos un ejercicio al día, dos si puedes y de manera ideal tres.